PLAN DE PARENTALIDAD

 

El Plan de Parentalidad es un documento que expone de forma exhaustiva cómo se va a desarrollar la corresponsabilidad parental (cuidado y reparto de responsabilidades) sobre los hijos menores de edad en la nueva dinámica familiar creada tras la ruptura de la pareja (separación o divorcio).

Cuando se hace de forma consensuada (sobra decir que es la situación ideal) es una especie de “pacto familiar” que permite a los padres y madres hacerse conscientes del alcance y complejidad de la nueva relación que establecerán con los hijos.

Los beneficios del Plan de Parentalidad son:

• Organización general de la vida de los padres frente a una perspectiva insegura de ser padre o madre separado/separada.
• Tranquilidad de los hijos menores porque les presenta la nueva situación de forma ordenada y previsible, lo que redunda en su estabilidad y su seguridad emocional y vital. Interesante, máxime cuando es previsible que puedan surgir crisis entre los progenitores. Se minimiza mucho el impacto en los hijos.
• Evita conflictos habituales en las familias de progenitores separados. Anticipa situaciones previsibles y tiene previstas pautas de actuación.
• Permite que ambos padres compartan responsabilidades, tanto derechos como obligaciones.
• Pueden prever una vía para la gestión de los conflictos que puedan surgir, como los servicios de mediación o terceros facilitadores que les ayuden en la resolución de las diferencias.

Un Plan de Parentalidad incluye normalmente:

• Lugar o lugares donde vivirán los niños.
• Tareas de las que debe responsabilizarse cada progenitor con relación a las actividades cotidianas de los hijos.
• Forma en la que deben hacerse los cambios de guarda.
• Relación y comunicación de los hijos durante los periodos en los que no están con uno de los progenitores.
• Relación con los miembros de la familia extensa (abuelos, tíos, primos…).
• Tipo de educación, actividades extraescolares, de tiempo libre,…
• Régimen de estancia en vacaciones y fechas especialmente señaladas para los hijos o para las familias de los progenitores.
• Forma de compartir la información sobre educación, salud o bienestar de los hijos.
• Forma de tomar decisiones relativas al cambio del domicilio.
• Forma de solucionar futuras diferencias.
• Otros puntos que se deseen tratar.
• El Plan debería ser flexible y prever la posibilidad de adaptarlo a las sucesivas etapas de desarrollo de los menores.

Un Plan de Parentalidad es algo más que un convenio regulador, y más que un documento. El valor de realizarlo conscientemente entre ambos por el interés común que es el bienestar de los hijos e hijas, ya coloca a los progenitores en un escenario de colaboración que les ayudará en el proceso y minimizará los conflictos, lo que afectará positivamente a la seguridad de los niños.

Cuando se hace con un formato de Contrato Consciente el documento incluye (y comienza por) otros puntos tales como valores y principios, que guían a los padres y madres en la nueva relación familiar que están construyendo.

Es un acto de compromiso para con sus hijos y entre ellos, por lo que la firma por ambas partes es un hito simbólico e importante.